Tras 91 años de explotación en la provincia de Jujuy, mina Aguilar anunció el fin de sus operaciones. Nestor Ruiz, integrante de Juntos Podemos en un ambiente sano, dialogó con Radio Sudaca y comentó sobre las consecuencias económicas, sociales, ambientales y sanitarias que genera esta actividad en la provincia.
La asamblea ambiental Juntos Podemos exige al Estado provincial y nacional que obligue a la empresa a remediar los daños ambientales que ha causado: “Ellos tienen 7 diques de cola. El lixiviado que llega ahí producto de la megaminería es imposible tratar en ningún lugar del planeta. Hay que limpiar esos diques de cola y hay que disponer de ese material a 200 MSNM, o sea, 4000 metros debajo de donde está la mina. Esto no puede entrar en contacto con ninguna napa freática porque contiene cianuro, mercurio y otros venenos tóxicos que no son biodegradables”, alertó Néstor. Del mismo modo, advirtió: “Si no hacen eso, cuando lleguen las lluvias esos diques van a desbordar, van a bajar por el río Yacoraite y se va a contaminar toda la Quebrada de Humahuaca”.
Néstor destacó que la minería es una actividad extractiva contaminante, como así también, perjudicial para la salud de quienes trabajan en ella: “Todos los que trabajan en la mina, se enferman sin excepción. Se llevan toda esa basura en los pulmones y tienen una calidad de vida inferior. Es gente que a los 60 años son ancianos, que ya no tienen una vida normal sino asistida”. Desde la asamblea exigen que la empresa se haga cargo del costo de los tratamientos de enfermedades complejas que deben enfrentar los trabajadores.
Minera Aguilar cuenta con 700 trabajadores que serán despedidos luego del anuncio de cierre. Esto impactará también en las condiciones laborales de otras 700 personas que trabajan en empresas que prestan servicios específicos a la minera. “Más de mil personas se quedarán sin trabajo de la noche a la mañana y esto afectará a la economía de la zona”, sostuvo el asambleísta.
Al día de hoy, ninguna empresa minera que explotó en Jujuy cumplió sus deberes de remediación ambiental, dejando arroyos altamente contaminados y desamparando a trabajadores enfermos; destruyendo la sociedad y economía de la región. “Nosotros no les creemos nada; nunca remedian nada. Agarran las valijas llenas de dólares y se van. Esta vez no queremos que esto pase”, finalizó Néstor Ruiz.
