A 39 años de la guerra de Malvinas, conversamos con Gabriel Salomón, ex combatiente, integrante del Centro de Veteranos de Malvinas de Trelew y representante de la Patagonia en la Comisión Nacional de ex combatientes que depende del Ministerio del Interior.
Recuerda cómo, luego de jurar lealtad a la patria un 26 de Abril en el campo de combate, la defendieron con mucho honor soportando acciones bélicas desde el 1° de Mayo hasta que les ordenaron entregar las armas. “No fue una rendición, fue un cese del fuego”, dice y habla de la hermandad demostrada por algunos países latinoamericanos y porqué Malvinas marcó el final de la dictadura y también el comienzo de la política de desmalvinización.

Y cuenta cómo la parte más dura de la guerra fue el regreso. Quedaron 632 muertos en las islas. “Nunca volvimos a ser los mismos. Setecientos no pudieron volver y decidieron partir antes: se suicidaron.” “La guerra es un error y un horror. No estoy a favor de la guerra”.
Analiza cómo en la actualidad la entrega de nuestra soberanía es por medio de nuestras riquezas a empresas extranjeras. Y expresa que Malvinas marcó la historia argentina a sangre y fuego concluyendo que “La recuperación tiene que ser por vía diplomática”.