
Gisela, tras 11 años de trabajar en el Poder Judicial, fue cesanteada y en diálogo con Radio Sudaca contó cómo la sumariaron sin tener en cuenta su situación personal ni las leyes vigentes que la amparaban para no asistir a su lugar de trabajo, en el marco de una medida de fuerza y la pandemia.
“Tengo una nena que en el 2020 tenía 1 año y 11 meses y el 18 de marzo cierra el jardin. Veníamos con un paro decretado y comienza el período de aislamiento. Me convocan a trabajar el 24 de mayo y manifiesto que estaba de paro. Ademas, los que teníamos menores a cargo estabamos exceptuados de ir a trabajar”.
Gisela agrega que en el mes de julio, como la situación no mejora, resuelve contratar una niñera y da aviso de su regreso tras lo cual le comunican que le van a iniciar un sumario: “Nunca consideran las pruebas de mis compañeros, ni mi situación, ni que mi pareja era trabajador escencial. Dicen que no fui durante 80 días, y es una cifra impactante, pero hay personas que estuvieron más días sin ir a trabajar”.
“Estoy emocionalmente muy triste porque que te digan ñoqui es horrible. No conozco a nadie. Donde estoy llegué concursando. Tengo la tranquilidad de que en los lugares donde estuve di lo mejor de mi. En mi legajo no tengo llegadas tardes, ni apercibimientos; de ser una buena empleada pasé a ser sumariada, la ñoqui, y es doloroso”.
Sobre los titulares que publicaron los diarios de la zona, a raiz de una gacetilla del STJ, Gisela lamentó que “en ninguna parte dicen que soy mamá de una nena de 3 años. Es como que no fui a trabajar porque me quedé mirando Neflix”.
Los pasos que siguen son una via administrativa donde se reconsidere la medida adoptada por el STJ o bien ir a juicio y si la decisión es ratificada “tengo que ir a la Corte y estamos hablando de años”
Gisela agradeció el acompañamiento de sus compañeros y compañeras de trabajo que la acompañaron durante este tiempo: “mis compañeros se reflejan en mi porque esto les podría haber pasado a cualquiera”.