En la Comisaría 1era de Trelew hace meses que hay un grupo de mujeres detenidas en condiciones subhumanas. Pensamiento Penal Chubut es una ONG que está trabajando para asegurar los derechos humanos de las detenidas. Diana Báez, una de las integrantes, habló con Radio Sudaca para dar a conocer y denunciar la situación.
Desde las actividades por el último #NiUnaMenos, Pensamiento Penal Chubut busca visibilizar las condiciones en las que se encuentran las mujeres privadas de su libertad en la Comisaría 1era de Trelew, ya que estas son diferentes a la de la población masculina.
Diana, junto a su compañera Marisol de la colectiva Magdalenas de Puerto Madryn, comenzó a interiorizándose sobre el estado en el que se encontraban transitando el encierro las detenidas desde el comienzo de la cuarentena preventiva y obligatoria establecida por la pandemia de Coronavirus.
Desde los primeros momentos del aislamiento, las militantes denunciaron la falta de higiene, la precariedad y el hacinamiento.
Actualmente hay 4 mujeres detenidas, pero llegó a haber 8 en el mismo lugar, que cuenta sólo con 3 calabozos. Una de las cosas que remarca Diana Báez, es que las comisarías son lugares de tránsito y no un lugar para que las mujeres permanezcan durante meses.
En las comisarías suele haber un constante ingreso y egreso de personas, por lo que la salud de las detenidas se pone en peligro, teniendo en consideración el contexto de pandemia y que en el lugar no se cumple con el protocolo de prevención, distancias de seguridad y condiciones de higiene. “Hace poco tenemos el antecedente de la Unidad 6 donde el ingreso de nuevos detenidos generó un montón de contagios por no cuidar estrictamente el protocolo”, afirmó Diana.
Por otro lado, existe un trato diferencial entre mujeres que permanecen en la mencionada comisaría y los varones que se encuentran recluidos en otros lugares de detención de la ciudad. Las mujeres no pueden salir al patio desde marzo, mientras que los varones sí pueden hacerlo. Además, a medianoche se les corta la luz sin argumentos, sin importar que el baño esté lejos del calabozo.
Otro de los ejemplos que reflejan el trato diferencial es que los detenidos sí pudieron acceder a la vacunación por gripe, mientras las mujeres no tuvieron ese beneficio hasta que no intervinieron desde la ONG para lograr que pudieran ser trasladadas hasta el Hospital y ser vacunadas.
En las últimas semanas comenzó a reactivarse la actividad judicial, por lo que comienzan a procesarse los Habeas Corpus que fueron presentados por las detenidas para denunciar todos estos maltratos. También se reanudan los casos en los que están imputadas y ya están siendo citadas para dar testimonios. Una de las detenidas que estaba en la comisaría, por ejemplo, ya recibió la prisión domiciliaria debido a estas acciones.